Los
champiñones, al igual que la mayoría de
las setas, son uno de mis productos estrella para cocinar, se pueden añadir a
muchos platos, son baratos y tienen un sabor muy rico, por lo que se pueden
realizar infinidad de combinaciones. Hoy os traigo dos formas tradicionales de
realizar los champiñones, pero poco a poco iré publicando recetas más
innovadoras. La receta de champiñones con jamón al horno es de mi chico y
cambia un poco la forma tradicional de hacerlos, por lo que os lo recomiendo
que la hagáis si no lo habéis probado de esta manera.
CHAMPIÑONES
AL HORNO
Ingredientes:
-
500 gramos de champiñones.
-
50 gramos de jamón serrano.
-
4 dientes de ajo.
-
Perejil.
-
Sal.
-
Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
Se pone
a precalentar el horno a 200 grados. Se limpian bien los champiñones, se les
quita el rabo y se colocan encima de una bandeja de horno. En una taza se añade
el ajo, el jamón y el perejil bien picado y poco a poco se va echando el aceite
de oliva se le dan un par de vuelta y cuando está todo mezclado se coloca un
poco en cada champiñón.
Se salan los champiñones y se meten al horno durante 25 minutos a 200 grados y ya están listos para comer. Ya veréis como es un bocado excelente y muy fácil de cocinar.
CHAMPIÑONES A LA CAZUELA
Ingredientes:
-
500 gramos de champiñones.
-
50 gramos de jamón serrano.
-
4 dientes de ajo.
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Media cebolla.
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Perejil.
-
Sal.
-
Aceite de oliva virgen extra.
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Un vaso de vino blanco.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es limpiar los champiñones.
Se echa en una cazuela un buen chorro de aceite de oliva y se pone a calentar.
Se corta la cebolla y el ajo en trozos pequeños y se añade a la cazuela. 
Cuando
ya está la cebolla transparente se añaden los champiñones (yo prefiero añadir
el jamón serrano más tarde, porque no me gusta muy frito, si a vosotros os
gusta más frito añadirlo antes que los champiñones, ya que estos sueltan
bastante agua). Cuando los champiñones ya están un poco hechos se añade el
jamón, se salan bien y se echa el perejil picado.
Finalmente,
se añade el vaso de vino y se dejan un rato más para que se evapore el alcohol.
El tiempo es orientativo, pero suelen tardar de 20 minutos a 30 en cocinarse
bien. A mi me gusta ponerlos a fuego medio-bajo y que se vayan haciendo poco a
poco, aunque si tienes prisa lo puedes hacer de forma más rápida. Es un pincho
muy socorrido que se puede hacer el día anterior cuando tienes invitados a
comer y seguro que a todos les encantará.
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