DIP DE ESPINACAS Y PATATAS CHIPS

Estamos a día 20 y hoy toca preparar otro reto para Desafío en la Cocina, en este caso tocaba preparar un dip con su correspondiente acompañamiento y he decidido preparar uno de espinacas con unas patatas chips al horno. Si queréis ver más recetas de este tipo no os perdáis lo que han preparado mis compañeras en el siguiente enlace: _{https://desafioenlacocina1.blogspot.com/2018/06/dips-y-acompanamientos-variados-63.html}

Ingredientes:

-          50 gramos de espinacas.

-          4 cucharadas de mayonesa.

-          100 gramos de queso crema.

-          50 gramos de queso rallado para pasta.

-          1 patata grande.

-          Un poco de aceite.

-          Sal.

Elaboración:

Lo primero que hacemos es cocer las espinacas, en este caso yo utilicé espinacas congeladas y en cinco minutos estaban listas. Mientras se cuecen las espinacas vamos mezclando el resto de los ingredientes: la mayonesa, el queso crema y la mitad del queso rallado. Cuando las espinacas estén cocinas las colamos y las añadimos a la mezcla y volvemos a mezclar.

Ahora colocamos en una fuente apta para horno, espolvoreamos el resto del queso rallado y lo metemos a gratinar al horno durante 10 minutos o hasta que veamos que la parte de arriba está un poco tostada.
Por su parte, las patatas las cortamos con una mandolina y las colocamos encima de la rejilla del horno en la que habremos colocado papel de horno. Las pintamos con un poco de aceite y las metemos durante 15 o 20 minutos a 150º. Sacamos y les echamos un poco de sal.

Ahora lo único que tenemos que hacer es mejor nuestras patatas chip en el dip de espinacas y ya veréis que rico bocado os lleváis a la boca.

Quiero dar las gracias a las compañeras que se trabajan este desafío y que hacen que esto sea posible y os animo a que echéis un vistazo a sus blogs:
 

Carolina: Tomillo, laurel y otras cosas del comer 

M. Luz: Trasteando en mi cocina

                Rocío: Chismes y cacharros        

Toñi: ¿Qué se cuece en mi cocina?

                                                                                Nilay Mila: La cocina de Camilni