Casi
todos los años hacemos una pequeña escapada al País Vasco, en 2013 estuvimos
por Bilbao
y este año tocaba en Orio. Allí estuvimos alojados en el Hotel Aisia. Es una cadena de hoteles
que nos recomendaron el año pasado cuando estuvimos en Lekeitio y la verdad es
que salimos muy contentos, eso sí tenéis que contratar alguna oferta porque si
no os puede salir un poco caro con las prestaciones que tiene el
establecimiento. En este caso me costó a 60 euros la noche para dos personas
con spa para los dos y desayuno.
Personalmente,
excepto el spa, nos gusto más el hotel de Lekeitio que el de Orio, porque
aunque estaba un poco más viejo, eso le ofrecía un encanto especial y además
las vistas eran mucho mejores. No obstante, el spa de este hotel es muy grande
tiene hasta siete piscinas con diferentes tratamientos y si vas a primera hora
de la mañana un día entre semana no hay nadie, por lo que lo puedes disfrutarlas
tranquilamente.
Orio es
una ciudad tranquila, lo que más llama la atención es el puerto y su flota
pesquera. No obstante, también hay que destacar su casco histórico con la
iglesia de San Nicolás de Bari en la que se encuentra la Piedad del escultor
Oteiza. Por supuesto hay que destacar su gastronomía, ya que allí se puedes
degustar unos delicioso pintxos de lomo empanado con pimientos, boquerones en
vinagre, tortilla de chorizo…
Tras
ver Orio decidimos recorrernos esta parte de la Costa Vasca para ver sus
diferentes pueblos, sobre todo Getaria, en el cual estuve hace unos años y me
encantó. El problema es que el tiempo no nos acompañó. El tramo de costa es
precioso sobre todo sus enormes rocas que están constantemente aguantando las
olas del mar y en las que se puede ver las marcas que las olas han ido dejando
a través de los años.
Nuestra
primera parada fue en Zumaia, donde dimos un paseo por la parte antigua en la
que vimos la Iglesia de San Pedro, así como sus singulares calles. Asimismo,
hay que darse un pequeño paseo por el puerto e incluso si vais con tiempo
podéis visitar el Centro Algorri. No obstante, lo que más me llamo la atención
del pueblo fue el palacio Foronda. Es un palacete que tiene cierto aire a
castillo medieval y que se encuentra situado en lo alto del municipio por lo
que se ve con facilidad.
Nuestro
siguiente destino fue Getaria. Allí comimos en una de las calles más
características del municipio, la que lleva hasta la iglesia, al ser entre
semana había menús en casi todos los restaurantes y podías comer perfectamente
por diez euros. Tras la comida nos
dirigimos a la iglesia de San Salvador. Se trata de un templo gótico que forma
parte de la muralla de la localidad. No obstante, no esto lo único asombroso
del templo, ya que cuando entras puedes disfrutar de unas maravillosas
vidrieras y te das cuenta de que el templo está inclinado.
De
Getaria también cabe destacar que es la patria del marinero, Juan Sebastián
Elcano, cuya figura se recuerda a través de varios monumentos. Además, también
hay un museo dedicado a Cristóbal Balenciaga.
Desde
aquí continuamos por la carretera N-634 en la que se atraviesa pequeños túneles
excavados en la roca, que nos conducen hasta uno de los municipios más
turísticos de Guipuzkoa, Zarautz. Por desgracia cuando llegamos estaba
lloviendo mucho y no pudimos disfrutar de su impresionante playa, la más larga
de Euskadi, ni de su paseo marítimo, pero he estado en anteriores ocasiones y
la verdad es que es digno de ver. Por lo que si no conocéis esta parte de la
costa vasca os la recomiendo porque merece la pena, tanto sus pueblos como el
trayecto por carretera que une a unos y otros. Incluso en algunas partes hay
paseos peatonales, por si vais con suficiente tiempo y queréis hacéroslo
andando.
Menudo sitio!!!
ResponderEliminarTodo precioso y el hotel chulísimo! Una escapada genial!
ResponderEliminarUna zona maravillosa con grandes cosas que descubrir. Y si ya desde Zarautz, continuas hacia San Sebastián, Hondarribia y el País Vasco francés, el viaje te sale de lo más completo :)
ResponderEliminar