En Haro tuvimos un problema y es que fuimos un jueves al mediodía y entre que hacía mal tiempo y por el día que era no había mucha gente tomando el aperitivo y algunos de los establecimientos del centro estaban cerrados. Os tengo que comentar que la zona para tapear en Haro se llama La Herradura y no se trata de una sola calle si no de varias que forman una herradura, allí se encuentran los bares más típicos, aunque como os he comentado el jueves al mediodía estaban cerrados, pero bueno encontramos algunos de ellos que me gustaría comentaros.
Antes de acercarnos al centro de la localidad, en la avenida
Rioja paramos en el bar Duke, ya que
es famoso por sus patatas bravas y tengo que decir que me gustaron mucho tanto
las patatas como el ambiente del establecimiento. Por supuesto, el precio es
bastante más barato que en el centro, ya que por dos copas de cerveza y un
platito de bravas nos cobraron menos de cinco euros. Las bravas están de lujo y
nada más entrar si te fijas en su mostrador no puedes dejar de pedirlas, la
salsa está deliciosa, ya que simplemente tienen un punto picante por lo que se
pueden comer sin ningún problema, pero a la vez te deja ese regusto a
picantillo. Te sirven una bandejita con pan y no dejas ni un solo cacho de lo
ricas que están. Así que aunque no esté en el centro del tapeo de Haro os
recomiendo que os acerquéis.
Nuestra siguiente parada fue la plaza de Haro, allí se encuentran varias cafeterías, en anteriores visitas siempre habíamos entrado al café Época, ya que nos gustaba mucho sus tortillas rellenas, ya que tienen gran variedad, sin embargo, la última vez había muy poco dónde elegir, supongo que por el día que era, por lo que este establecimiento os lo recomiendo para los fines de semana.
Justo antes de entrar en las calles que forman La Herradura,
se encuentra el bar La Esquina. Es
uno de nuestro preferidos de Haro, siempre que vamos paramos, nos encantan sus zapatillas
y en este caso decidimos probar otras de sus especialidades como su tosta de
jamón, setas con salsa riojana, que estaba deliciosa. También nos encantó el
pimiento relleno de bacalao, que además estaba rebozado, pero no era nada
aceitoso por lo que era muy sencillo comerlo. Lo que más nos decepcionaron
fueron sus croquetas, aunque tampoco estaban malas del todo, pero para mi gusto
los trozos de jamón demasiado grandes y la bechamel un poco espesa.
Nuestro aperitivo lo terminamos en el bar Pasadizo, que es uno de los establecimientos con mejores precios del centro de Haro. Allí te puedes pedir una copa de cerveza y un pincho por tres euros. Nosotros elegimos una cazuelita de huevo frito con patatas que la verdad estaba muy rico y un tigre (mejillón relleno), que me resulto bastante normalito, ya que le bechamel no estaba muy lograda y le faltaba algo de sabor. A parte, pedimos un torrezno de Soria, que estaba muy bueno y sale bastante bien de precio 1,50 euros y una zapatilla de jamón y queso
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