Esta
tarta es muy parecida a la que cocine hace un par de meses de queso
y leche condensada. Además, su elaboración es muy sencilla por lo que la
puede realizar todo el mundo. Los ingredientes que os pongo a continuación es
para que os salga una tarta muy fina, pero si queréis podéis doblar la mezcla y
saldrá bastante más gorda, aunque eso también dependerá de cómo queráis
adornarla.
Ingredientes:
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300 gramos de queso crema.
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300 gramos de yogurt de frutos del bosque.
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3 huevos grandes.
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120 gramos de azúcar.
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50 gramos de harina.
-
Mantequilla para el molde.
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Fresas y nata montada (opcional
para adornar).
Elaboración:
Precalienta
el horno a 175º. Comienza a preparar el molde untándolo de mantequilla y
espolvoréalo con harina para que luego la tarta se desmolde más fácilmente. Pon
en un cuenco el queso crema y el yogur y mezcla bien con las varillas. Hay
yogures que tienen trozos de fruta, puedes dejarla o triturarla con una
batidora.
El
siguiente paso es añadir los huevos y vuelve a mezclar, a continuación
introduce el azúcar y la harina. Bate hasta conseguir una crema fina y
homogénea, y viértela en el molde.
Introduce
la tarta en el horno durante unos 40 minutos aunque ves vigilándola; no te
preocupes si sube, porque luego vuelve a bajar. Sabrás que está lista cuando
pinches con un cuchillo y salga limpio. Cuando saques la tarta de queso del
horno, déjala enfriar antes de desmoldar. Antes de servir monta la nata y
corta unas rodajas de fresa y colócalas por encima, aunque también se puede
decorar con trocitos de chocolate o frutos del bosque.
Tiempo de preparación: Una hora.
Gasto: 5 euros
Raciones: 8 personas.
Dificultad: Fácil.
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