El año pasado decidimos realizar un viaje a Italia en coche
para descubrir un poco más este país. La verdad es que tengo que decir que es
un país precioso y para el que habría que dedicar muchísimos días, pero por
desgracia el tiempo apremia y nosotros sólo pudimos visitar las ciudades más
importantes, aunque al ir en nuestro propio coche puedes recorrer los lugares
que más te llamen la atención.
Nosotros decidimos coger un Ferry que nos llevará hasta el puerto de Roma y desde allí llegar hasta la Ciudad Eterna. Nosotros utilizamos la cadena Grimaldi Lines y la verdad es que por el precio que nos costó sale muy rentable. Eso sí coged tanto ida como vuelta en el mismo puerto, porque si no el precio se dispara. Yo miré desembarcar en Roma y volver desde Florencia y se nos subía el precio; así que para que os salga rentable lo tenéis que hacerlo todo desde el mismo puerto. Os aconsejo también que os llevéis comida y bebida sobre todo si tenéis camarote, como era nuestro caso y así no tenéis que pagar los precios del barco, aunque la verdad es que tampoco eran muy abusivos, pero bueno así os queda más dinerito para Italia.
Cogimos el Ferry en Barcelona por la tarde y llegamos a
Italia al día siguiente, no llegáis a estar un día en el barco y la verdad es
que a nosotros no se nos hizo muy largo porque puedes salir a la cubierta y
tienes diferentes instalaciones dentro para divertirte. Desde varios bares y
restaurantes hasta un pequeño casino, aunque os recomiendo que os dediquéis a
descansar para guardar fuerzas para el viaje.
Al día siguiente decidimos recorrer los lugares turísticos
más importantes de Roma, para ello nos levantamos a primera hora de la mañana y
a las ocho y media ya estábamos haciendo cola para entrar al Vaticano, la
entrada cuesta 16 euros. Allí mucho os ofrecerán excursiones con guía para
entrar y no guardar cola, dependiendo del presupuesto que llevéis podéis
aceptar o no, pero con una buena guía de mano lo podéis hacer a vuestro ritmo
perfectamente, sobre todo si no queréis perder mucho tiempo. También podéis
comprar las entradas por Internet para ahorraros el tiempo de cola, el problema
es que cuando lo fui a hacer la página estaba rota, pero si tenéis claro el día
que lo vais a visitar os lo aconsejo. Tras casi una hora de cola, entráis en
esta maravillosa pinacoteca, si vais con el tiempo justo os aconsejo que decidáis
las salas que deseáis ver. Para mí lo más impresionante fueron los techos de la
galería de los mapas cartográficos y la estancia de Rafael. Por supuesto,
aquellos que nos habéis estado en Egipto, también os llamará la atención el
museo Egipcio.
Los Museos finalizan con una de las grandes obras artísticas
de la civilización, la Capilla Sixtina, bajo mi punto de vista es un poco
agobiante, ya que la gente se apelotona allí y cuesta mucho verla con
tranquilidad, por supuesto no dejan hacer fotos ni grabar en vídeo, pero os
recomiendo que busquéis un lugar apartado de la gente y disfrutéis sobre todos
los techos de esta galería. Tras ver los museos no podéis dejar de visitar la
basílica y la plaza de San Pedro. Hay dos salidas de la Capilla Sixtina, una
para los turistas y otra para la gente que va en grupo, coger la de la gente
que va en grupo, ya que si no sales a la calle y te cuesta dar toda la vuelta. Por
supuesto, subid a la cúpula para disfrutar de las vistas a la maravillosa plaza
de San Pedro, tras disfrutar de uno de los lugares más visitados de Roma, bajad
y admirar su maravillosa Basílica, del conjunto fue lo que más me llamó la
atención, ya que es lo menos conocido, pero es un templo muy grande y muy
hermoso donde podréis admirar la maravillosa Piedad de Miguel Ángel.
Tras la visita al Vaticano, dimos una vuelta por el Castillo
de Sant Angelo, aunque no llegamos a entrar, ya que nos dijeron que no merecía
mucho la pena, desde allí nos dirigimos al Partenón y cerca de éste pudimos
visitar una de las iglesias más bonitas de Roma, el templo de San Ignacia de
Loyola. Roma está llena de iglesias y en este post os contaré algunas de las
que visitamos. La mayoría son pequeñas obras de arte, así que os aconsejo que
cada vez que veáis una entréis a echar un vistazo.
Paseando por las diferentes plazas de Roma llegamos al
Panteón, uno de los pocos lugares gratuitos que existen en Roma y es el
edificio mejor conservado de la antigua Roma. Tiene una enorme cúpula y en su
interior están enterrados varios Reyes de Italia y el conocido pintor Rafael.
Fuera de él existe otra pequeña plaza, donde se puede tomar un refrigerio
admirando este imponente monumento.
Desde allí comenzamos nuestro recorrido hacia El Coliseo,
pasando por el monumento a Víctor Manuel II. Para comprar las entradas del Coliseo, os
aconsejo que las compréis en El Foro, allí no aguantas una cola de más de media
hora, en nuestro caso diez minutos; mientras que en El Coliseo te puede costar
horas conseguir una entrada. Lo primero que decidimos ver fueron las ruinas de
El Foro, que están bastante bien conservadas teniendo en cuenta que se
encuentra en mitad de una ciudad como Roma, el arco de Tito es impresionante,
así como la vía Sacra que une los diferentes templos, desde allí echamos un
vistazo rápido al Palatino, para dirigirnos al Coliseo, que es uno de los
lugares que más me gusto de Roma. Está muy bien conservado y en los diferentes
recovecos puedes sentir la majestuosidad del Imperio Romano. Esperamos a que
llegará el atardecer para verlo con diferentes tipos de luz y desde allí nos
dirigimos a la Fontana de Trevi. A mí personalmente ha sido lo que más me gustó
de Roma, cuando la ves por primera vez te quedas con la boca abierta, tanto por
su hermosura como por el tamaño de la misma. El único problema es que siempre
está llena de gente por lo que no puedes sentarte tranquilamente y admirar su
belleza. Esa noche, tras una visita rápida a la
plaza Navona y a la plaza España decidimos irnos al hotel a descansar,
ya que estábamos molidos.
Al día siguiente llovía en Roma, así que decidimos
dedicarlos a Pompeya, pero eso os lo cuento en otro post. Ahora voy a terminar
con Roma, tras ver los monumentos más importantes de la ciudad. Decidimos
dedicar el tercer día a recorrerla con más calma. Fuimos a ver las diferentes
iglesias de la ciudad. Comenzamos por Santa María la Mayor, cerca de la
estación de Termini, es más impresionante por fuera que por dentro, pero como
os he dicho anteriormente os aconsejo que os metáis en todas las iglesias que
veáis, ya que la mayoría son preciosas y siempre tienen algo que descubrir. A
continuación, nos dirigimos a la Basílica de San Pietro in Vincoli, donde se
encuentra el Moisés de Miguel Ángel, que es una de las obras escultóricas más
famosas y que más impresionan cuando las ves, lo único que le falla es la
iluminación.
Me encanta Roma, he estado este año y es maravillosa. Tenemos que volver, me quedaron muchas cosas por ver.
ResponderEliminarMe alegro que vieras tantas cosas y lo pasaras muy bien.
Besos
La verdad que Roma es preciosa! A nosotros cuando fuímos nos encantó. Eso si, era Agosto y estaba a tope de gente.
ResponderEliminarEs una ciudad para repetir, sin duda.
Besos
Nosotros fuimos en avión porque claro en barco desde Sevilla complicado... pero la verdad que es un lujo poder desplazarse con el coche propio, aunque hay que ser valiente para meterse en Roma!
ResponderEliminarYo al Vaticano fui con guía y no volvería a cogerlo... no pudimos ver casi nada y todo el tiempo corriendo detrás del guía... es mejor ir por cuenta propia, como hicimos en los Museos Capitolinos. La verdad es que me encantaría volver porque los ocho días que estuvimos se nos quedaron cortos para ver todo lo que hay, porque en cada esquina hay algo hermoso :)
Besos y quedo en espera del post sobre Nápoles y Pompeya
Yo estuve el año pasado y fui en avión me encanto es precioso, gracias por invitarme otra vez a hacer este viaje.
ResponderEliminarUn beso