Las
rosquillas es otro postre típico que se degusta sobre todo en Semana Santa en
casa de mi abuela Inés. Eso sí pensar que si hacéis bastantes luego os va a
doler el brazo y la mano, aunque para mezclar todos los ingredientes, en vez de
realizarlo de la manera tradicional, podéis utilizar la batidora amasadora que
os he mostrado en otras ocasiones.
Ingredientes:
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200 gramos de aceite de oliva.
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Cuatro huevos.
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240 gramos de azúcar molida (glass).
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En un plato se coloca un poco
más de azúcar para bañarlas una vez que las hemos frito.
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250 mililitros de leche entera o
semidesnatada.
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75 mililitros de anís.
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20 gramos de levadura.
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Un poco más de leche para
deshacer la levadura.
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Un kilo y medio de harina de
trigo o de repostería.
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La ralladura de un limón y medio.
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Aceite de girasol para freír.
Elaboración:
Cogemos
un bol grande para mezclar los ingredientes. Lo primero que echamos son los
huevos y los batimos. A continuación, le añadimos el azúcar molida, el aceite,
la leche y el anís y continuamos batiendo. Se puede hacer a mano o utiliza una
batidora amasadora, lo que os sea más sencillo.
El
siguiente paso es deshacer la levadura en un poco de leche y añadirlo a la
mezcla anterior. Se ralla la cáscara de un limón y medio y también se echa a la
mezcla. Por último, vamos añadiendo un kilo y 250 gramos de harina
poco a poco y continuamos amasando hasta que conseguimos que no se nos pegue en
las manos. Lo hacemos un rato en el bol y otro rato sobre una superficie plana
que hemos enharinado.
Dejamos
que la masa repose durante quince minutos y comenzamos a realizar las
rosquillas, eso sí enharinar bien la superficie y vuestras manos para que no se
os pegue la masa. Lo primero que hacemos es coger un cacho pequeño de masa, la
convertimos en una especie de rulo, la machacamos contra la mesa, la doblamos y
la pegamos (haciendo la forma de la rosquilla) y así con el resto de la masa. A
la hora de freírlas estiramos un poco el interior de la masa para que se haga
más grande el agujero y las freímos en abundante aceite de girasol. Se sacan
una vez que estén fritas, se escurre el exceso de aceite y se bañan en azúcar
molida. A esta azúcar le ponemos un poco de harina para que sea más fácil que
se adhiera a las rosquillas. Una vez que se enfríen ya están listas para comer.
Tiempo de preparación: Dos horas.
Gasto: 5 euros
Raciones: 12 personas (Tres o cuatro
rosquillas por persona).
Dificultad: Media.
¿quedan esponjosas o crujientes ? gracias.
ResponderEliminarLa verdad es que quedan muy blanditas por dentro y duras por fuera están riquísimas, mis primos se las comen a puñados y es que no hay nada como las recetas de la abuela.
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