Uno de los platos favoritos de mi chico es el salmorejo y
cuando llega la época de tomates siempre hay en la nevera. Este año por nuestra
zona los tomates se están retrasando un poco por el tiempo que ha hecho en los últimos
meses, pero nada más salir los primeros no he podido resistir la tentación de
preparar un rico salmorejo. Lo más importante de este plato es utilizar buenos
productos, sobre todo tomates del huerto y aceite de oliva virgen extra.
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Medio
kilo de tomates maduros.
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100
gramos de pan duro.
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3 dientes
de ajo.
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150
mililitros de aceite de oliva virgen extra.
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2 huevos
cocidos.
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Un poco
de jamón serrano.
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Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es mojar el pan en agua para que sea
más sencillo a la hora de triturarlo con la batidora. Mientras lo tenemos en
remojo vamos pelando los tomates, hay gente que este paso no lo hace, pero yo
prefiero hacerlo, ya que el salmorejo queda mucho más suave. Por supuesto al
estar los tomates maduros, os saldrá bastante líquido, no os preocupéis y
agregarlo todo al vaso al batidora.
A continuación, peláis los ajos, normalmente la gente le
añade menos cantidad, pero es que el ajo es uno de mis productos favoritos y
por eso me gusta que tenga bastante sabor. Los pelas y lo añades también al
vaso de la batidora, con el aceite y el pan duro. Si este producto os repite, quitarle el germen
del centro, ya veréis como os repite bastante menos. Lo trituráis todo y ya
tenéis la base del salmorejo, por supuesto le añadís sal al gusto, yo como le
añado tanto ajo, no le ponga mucha sal. Lo mismo ocurre con el aceite es mejor
que lo probéis y veáis si necesita más o menos, luego hay gente que se lo añade
por encima en el plato cuando lo sirve, pero yo prefiero que esté en conjunto
con el resto de los ingredientes.
Una vez que está hecho lo metéis un rato a la nevera y vais
cociendo los huevos que luego, junto al jamón, os va a servir para decorar.
Cuando llegue la hora de cenar o de comer sacáis el salmorejo de la nevera, lo
echáis en un plato hondo y colocáis por encima unos tacos o hilos de jamón y
unos trozos de huevo cocido y ya está listo para degustar. Es un plato que para
el verano es muy fresquito y que también podéis utilizar para la merienda.
Tiempo de
preparación: 15 minutos.
Gasto: 2
euros.
Raciones: 2
personas.
Dificultad: Muy
fácil.
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