martes, 29 de enero de 2013

Riviera Maya, un lugar que deleita todo los sentidos



Hoy os contaré uno de los viajes más especiales que he realizado. Lo malo es que no os voy a poder dar muchos detalles, ya que lo realicé en el 2006, aunque como fue mi primer viaje de verdad lo recuerdo con mucho cariño y es uno de los destinos a los que espero volver. Se trata de la Riviera Maya. La realidad es que elegimos este viaje por el precio tan suculento que nos ofrecían en la agencia 1.200 euros para dos personas, con avión, hotel todo incluido y traslados.
 
Cuando llegas a la península de Yucatán lo que más te llama la atención al bajarte del avión es el calor que hace y que no paras de sudar en ningún momento, esto se debe a la humedad que existe tanto en esta península mejicana como en el resto del Caribe, pero tener cuidado y que no os atrape, porque entonces no podréis disfrutar de vuestras vacaciones.
El hotel elegido ha sido uno de los mejores en los que hemos estado en nuestra vida, y era uno de los baratos, así que no me quiero imaginar como serán los caros, se llama Hotel Catalonia Yucatán Beach. Cuenta con numerosos restaurantes, una playa alucinante y varias piscinas, por lo que hay gente que no salía de allí en sus vacaciones; sin embargo nosotros no habíamos estado casi ocho horas en una avión para quedarnos en un complejo. Lo primero que hicimos fue alquilarnos un coche para recorrernos la península. No hay ningún problema y es un país muy seguro lo único que nos recomendaron fue que si nos paraba la policía que la sobornáramos, porque con los turistas todo funcionaba así.
El hotel contaba con numerosos establecimientos hosteleros, pero si tuviera que destacar algunos sin ninguna duda sería la crepería, ya que los postres estaban exquisitos y como estaba en una especie de azotea tenías unas vistas preciosas del mar. También haría hincapié en el bar que se encuentra dentro de la piscina con un pequeño jacuzzi que sirve pare relajarte cuando vuelves de excursión. El resto de los restaurantes eran bastante correctos, había algunos de carta y otros de buffet, así que si querías te podías pasar todo el día comiendo y bebiendo. Eso sí tener cuidado con la comida, porque pica; en este tipo de hoteles como son la mayoría turistas no suelen abusar mucho del picante, pero algunos alimentos siempre lo llevan.
El primer día decidimos acercarnos a Playa del Carmen es un lugar bonito con numerosos puestos en los que puedes comprar souvenirs típicos del país, sin embargo os recomiendo que os acerquéis a algún pueblo más pequeño donde serán de mejor calidad y más baratos. Por ejemplo en un pueblo llamado Puerto Morelos, nosotros pasamos una tarde allí y es un sitio mucho más tranquilo que Playa del Carmen, donde hay varias tiendas con los mismos productos. Además, tienen un pequeño supermercado donde nosotros adquirimos varias cosas a precios muy reducidos.
Al día siguiente disfrutamos de las ruinas de Tulum, que se encuentran al lado de la playa, por lo que os podéis llevar bañador y disfrutar de las dos cosas. Para mí fueron las que más me gustaron por el paisaje tan bonito con el mar de fondo. Además, las entradas tanto a este monumento como a los restantes eran muy baratas, por lo que sale muy económico si lo comparamos con las excursiones que te ofrecen en los hoteles. 
Nuestra siguiente excursión fue a las ruinas de Coba que se encuentran en plena selva, hace menos calor que en las anteriores, pero están peor conservadas. Lo bueno es que a la entrada puedes alquilar a un mejicano que te lleva en una especie de carro por todas las ruinas, por lo que apenas te cansas hasta que llegas a la pirámide de Nohoch Mul, que cuenta con 42 metros de altura y más de cien escalones, lo que te da unas vistas preciosas de todo el recinto. El problema es bajar, ya que la piedra está muy desgastada y la pendiente es bastante pronunciada por lo que puede dar algo de vértigo. De vuelta al hotel paramos para ver un cenote. Son una especie de cuevas con aguas subterráneas que existen por todas la península y en algunos de ellos puedes bañarte.
Cancún fue nuestro siguiente destino. La verdad es que no nos llamó mucho la atención, Cuando contratamos el viaje en la agencia nos dijeron que nos alojáramos mejor en la Riviera Maya que en Cancún, ya que esta zona era más bien para turísticas americanos. Cuando entramos en la ciudad vimos algo de pobreza, pero enseguida nos fuimos por las zonas turísticas y a parte de hoteles y tiendas, la ciudad tiene poco más, por lo que no es algo que recomiende.
Al día siguiente, teníamos contratada una excursión con el hotel para ver las ruinas de Chichén Itza, las más impresionantes de la península y donde peor se pasa, ya que no hay sombras y con el calor que hace cuesta mucho moverse. Pero merece la pena verlas por la gran pirámide de Kukulcan, aunque ya no dejan subir debido a que se han matado varias personas por lo que solo se puede ver desde abajo. En este recinto también se puede ver un laberinto y te explican como los mayas jugaban a la pelota. La vuelta hasta el hotel era de más de  dos horas e hicimos una parada en la ciudad de Valladolid, una villa colonial con un gran iglesia, fue la única ciudad de este estilo que vimos, aunque el guía nos señaló que eran todas parecidas.
Nuestra última salida la hicimos al parque de Xcaret, aunque en un primer momento fui algo reticente a entrar en este parque, sobre todo por el precio, la verdad es que luego me sorprendió gratamente. En un mismo parque engloban la cultura maya, la mejicana, la vegetación y los animales de la península. Sobre todo si vais con niños os aseguro que les encantará, ya que se pueden ver diferentes especies de animales que llamaron nuestra atención como los manatíes o el acuario dónde hacía una temperatura de lujo y daban ganas de quedarse. Para los acuáticos hay varios cenotes que comunican las diferentes áreas del parque e incluso se puede uno bañar con delfines y tiburones, lógicamente con un coste adicional. Además hay mucha vegetación que rodea todo el parque, y la cultura maya y mejicana queda reflejada en diferentes instalaciones y atracciones, aunque a mi lo que más me llamó la atención fue la representación de las tumbas de un cementerio. La visita al parque termina con una gran representación de las diferentes culturas que han estado asentadas en esta tierra, un espectáculo nocturno que merece la pena.
Los últimos días decidimos pasarlos en el hotel para descansar de las vacaciones, disfrutar de los diferentes bares e incluso yo aproveché para hacerme trenzas en el pelo. Un viaje perfecto con una gente muy amable que en todo momento se desvivía para que el turista estuviera cómodo. Así que ya sabéis comenzar a ahorrar para daros un capricho este verano. Nosotros realizamos este viaje en octubre cuando se supone que es la época de ciclones, pero la verdad es que no vimos ni una sola nube, al contrario los días que estuvimos en la playa hacía un sol radiante y el agua ha sido la más cristalina que he visto en mi vida. Un pequeño lujo para desconectar de las preocupaciones del día a día.

2 comentarios:

  1. Se te olvidan un montón de sitios que visitar...discoteca Coco Bongo, viaje a Isla Mujeres en barco y barra libre, discotecas varias de Playa del Carmen...jejeje

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  2. Claro yo cuento lo que hice en el viaje. Por ejemplo a la Isla Mujeres no fuimos porque no nos lo recomendaron y en playa del Carmen estuvimos sólo una tarde. Es que cuando se va de viaje de fin de curso no es lo mismo que ir en pareja. Seguro que si te hubieras ido con tu churri jaja. Pero vamos cuéntame tu viaje y lo publicó en el blog que seguro que a los jovenzuelos les gusta más jaja

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