El año
pasado, tras pasar unos cuantos días por el país vecino, Portugal, decidimos
terminar nuestro viaje en la mágica Galicia. En este caso estuvimos en la
provincia de Pontevedra. Nuestro periplo comenzó en Vigo, recorriendo sus
concurridas calles del centro. La verdad es que en esta ocasión nos apetecía
alejarnos del bullicio de una gran ciudad y recorrer pueblos más pequeños, por
lo que decidimos acercarnos a la península de O Grove, aunque la realidad es
que fuimos en agosto, por lo que la tranquilidad es relativa.
Nos
alojamos en el municipio de O´Grove, también conocido como el paraíso del
marisco; y no me extraña porque la verdad es que en Galicia se come de
maravilla, sobre todo para los amantes del marisco. En octubre, se celebra la
Feria del Marisco, aunque por desgracia todavía no nos hemos podido acercar,
aunque es una fecha que tengo subrayada en la agenda.
El
primer día dormimos en el Hotel
Grove de una estrella. Lo reservamos a través de la página http://www.booking.com y la verdad es que
nos salió a buen precio. Se encuentra en el centro del municipio por lo que se
puede llegar a todos los lugares andando, aunque la verdad es que en O Grove
está todo cerca.
Las
siguientes dos noches las pasamos en otro hotel, que bajo mi punto de vista,
aunque está un poco más alejado del pueblo merece la pena visitar se llama Hotel O Castro. Nosotros encontramos
una oferta en la web www.muchoviaje.com
y la verdad es que es una maravilla. Tiene una pequeña piscina para aquellos
que se quieran refrescar, aunque nosotros no la probamos ya que decidimos ir a
las playas, y ofrece unas vistas a la ría preciosas. Además, el hotel cuenta
con un restaurante por lo que el desayuno es artesanal, incluso nosotros
decidimos quedarnos una noche a cenar una mariscada por 30 euros que no tenía
nada que envidiar a la de los restaurantes del pueblo.
Esos
tres días los empleamos para desconectar y conocer un poco más esta tierra.
Estuvimos visitando el Monasterio
de Poio, por tres euros es un lugar digno de ver sobre todo su mosaico
sobre el Camino de Santiago. Además, cuenta con un claustro curioso y una
pequeña iglesia. La verdad es que el claustro no nos llamó mucho la atención,
pero porque unos días antes habíamos visitado el Monasterio de los Jerónimos en
Lisboa y es uno de los claustros más bonitos que he visto en mi vida.
Tras
visitar el Monasterio de Poio nos dirigimos a la villa de Combarro. Parece un
pueblo encantado en el que te puedes perder entre sus hórreos. Es un lugar muy
turístico, pero que merece la pena visitar. Está lleno de tiendas, y aunque se
puede comprar casi de todo, no podéis dejar de degustar sus excelentes orujos y
licores, sobre todo el de fresa y chocolate y el orujo de limón. Tras comprar
los licores decidimos acercarnos a Sanxenxo para comer, un pueblo muy turístico
con cientos de restaurantes. La mayoría te ofrecen el plato del día, aunque ya
que estábamos en Galicia nosotros nos decantamos por tomarnos nuestra primera
parrillada.
Al día
siguiente, decidimos visitar las diferentes playas que tenía la península de
O´Grove, aunque nos recomendaron algunas pequeñas, tras visitarlas nos dimos
cuenta que la areana era de grava, por lo que decidimos irnos a la famosa playa
de la Lanzada. Para ser agosto no estaba masificada y la verdad es que es una
de las mejores playas que he visto en España, el único problema la temperatura
del agua, pero bueno eso ya va en cuestión de gustos. La jornada la terminamos
cenando en la Marisquería Solaina, un establecimiento que tiene una
buena relación calidad precio, muy parecida al del resto de los
establecimientos de esta localidad. Como ejemplo el pulpo cuesta 10 euros, los
berberechos al vapor (riquísimmos) no llegan a siete euros y la empanada casera
de zamburiñas 5,50. La tarta de queso está buenísima y es casera así que no
dejéis de probarla.
El
último día decidimos acercarnos al mercado de O Grove, aunque en la casa nos
habían dicho que se podía comprar casi de todo la realidad fue bien distinta,
ya que es muy grande, pero está orientado para las personas de la ciudad y no
hay productos gastronómicos como quesos, embutidos, licores…; por lo que
decidimos irnos a un supermercado y bajar los regalos para la familia y los
amigos. Aunque en el propio municipio podéis encontrar numerosas tiendas
gourmet, así que si vais buscando algo exclusivo no os preocupéis que en el
propio municipio lo podéis encontrar, eso sí algo más caro que si te acercas a
un supermercado. Nosotros como básicamente queríamos comprar quesos de
diferentes clases, sobre todo el de tetilla, que es típico de allí y está riquísimo,
no tuvimos ningún problema. Antes de irnos de O´Grove pasamos por una panadería
que me habían recomendado llamada O Forno para comprar unas empanadas típicas
de allí y la verdad es que eran muy caras para la calidad que ofrecían, Por lo
que yo os recomiendo que os acerquéis a cualquier otra panadería donde las
encontraréis más baratas.
Espero
que os haya gustado nuestro breve paseo por Galicia, es en una de las tierras
que mejor se come de España, así que aunque nos queda un poco lejos desde
Guadalajara, en cuanto podamos seguro que nos acercamos a seguir disfrutando de
sus múltiples maravillas.
Esta tenía que ir dedicada a Patry jejeje, gracias por traernos un pedacito de la terriña :)
ResponderEliminarYa me dijo Patri que le había gustado, que pena que esta hermosa tierra no esté más cerca para poderla visitar más a menudo.
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