En 2014 Vitoria fue nombrada Capital de la Gastronomía y no
me extraña porque allí se pueden degustar unos ricos pintxos acompañados de
cerveza o vino, por supuesto si se quiere ir a comer hay unos excelentes
restaurantes, tanto con menús del día como de carta. Sin embargo, en esta
ocasión os voy a hablar del poteo que se puede realizar en esta ciudad.
Es algo tan habitual que hasta tienen más de 20 rutas por toda la ciudad para disfrutar de sus deliciosas tapas. El pintxo pote arrancó en el año 2003 y gracias a esta iniciativa se puede degustar un vino que suele ser de la Rioja Alavesa y tapas de todo tipo desde tortillas hasta champiñones, mini hamburguesas o pintxos de queso por un precio módico. Dependiendo del lugar sale desde 1 hasta 2 euros y el horario es de 19.00 a 23.00 horas. Hay rutas desde los miércoles hasta los sábados. En este enlace podéis encontrar toda la información: http://www.vitoria-gasteiz.org/
En nuestra visita a Vitoria cogimos un hotel céntrico, cerca
de la famosa calle de la Cuchillería y aunque ese día no tocaba el pintxo-pote
en esta zona (es sólo los sábados por la mañana) decidimos salir de tapas.
Nuestra andadura comenzó en el bar El 7, la verdad es que es uno de los bares
que más nos gustan de Vitoria y siempre que vamos nos pedimos unas deliciosas
bravas, que deberían llamarse mixtas, ya que llevan dos tipos de salsa, ali oli
y brava. La primera está exquisita y la segunda aunque pica un poco más de la
cuenta para los que no estamos acostumbrados al picante, la verdad es que está
muy rica. También tienen numerosos pinchos donde elegir, así como una infinidad
de bocadillos, incluso para celiacos y vegetarianos.
Justo al lado del 7, se encuentra el establecimiento el 1,
es un bar muy espacioso, donde también podéis encontrar una gran variedad de
pintxos, en este caso nos decantamos por un pincho de jamón serrano con aceite,
muy rico y el típico donostiarra coronado con una gamba, a base de mayonesa y
surimi. En este establecimiento, así como en muchos otros, casi todos los
pintxos entran por la vista, había unas mini hamburguesas vegetales que tenían
una pinta de muerte, sin embargo, como no lo conocíamos decidimos apostar sobre
seguro y la verdad es que los pintxos no nos decepcionaron.
Continuamos hasta el bar Idoia, aquí son especialistas en
croquetas y en las diferentes formas de preparar los huevos, los tienes
rellenos y escalfados de varias maneras diferentes. Decidimos probar uno
relleno con lo que llevan los pintxos donostiarras y otro escalfado con
bacalao. Este último fue toda una sorpresa, ya que es un pincho que no sueles
encontrar habitualmente, pero que me sorprendió y a la vez me gusto. En una
anterior visita, probamos en este mismo establecimiento las croquetas y la
verdad es que estaban muy ricas, así como unas patatas son una salsa de queso
sorprendente, aunque esta vez la verdad es que no estaban en la carta.
Finalmente, nuestro periplo por esta famosa calle lo
terminamos en el Anboto, un restaurante que también tiene numerosos pintxos
colocados en su barra. Probamos uno de queso de cabra con hongos y vinagre de Módena
muy rico, sin embargo, el que me sorprendió gratamente fue el de tomate
rebozado, era muy ligero, pero estaba espectacular. Los precios en casi todos
los lugares es más o menos el mismo, dependiendo del tamaño del pintxo y la
bebida con que lo acompañes, suelen variar del 1,5 euro a 2 euros.
Se come de maravilla y sin gastar mucho!
ResponderEliminarSaludos!
muy bueno! yo también estuve allí y todo muy rico :)
ResponderEliminaryo también tengo un blog, pero de postres : www.lovesweetandpetite.esy.es/ :) besos!
Amor por Vitoria y sus pinchos.
ResponderEliminarNo he estai en Vitoria, y ganas tenemos de ir. Se ve que como en todo el País Vasco se come de maravilla.
ResponderEliminarUn beso