Este
fin de semana estuvimos en Logroño degustando unos ricos vinos por su famoso
casco histórico y no podíamos dejar de visitar una bodega. En este caso nos
desplazamos a Haro para hacer un recorrido por las Bodegas Bilbaínas.
Estas
bodegas se sitúan en el barrio de La Estación en Haro, es muy fácil de
encontrar, ya que es una zona en la que existen más bodegas por lo que está muy
bien señalizado. La visita cuesta 8 euros y en el precio incluyen dos horas de
visitas, la cata de tres vinos y un pequeño aperitivo al final que se compone
de queso y galletas saladas. Además, te regalan la copa con la que vas
realizando las diferentes catas.
La
visita comienza en un pequeño hall en el que te ofrecen a catar el primer vino,
un crianza de la marca Ederra. Allí te explican en qué va a consistir la visita
y un poco de la historia de la bodega, que se creó a principio del siglo XX por
unos empresarios de Bilbao.
Como no
podía ser de otra manera la visita comienza en uno de sus viñedos, donde el
guía te explica los diferentes tipos de uva y cómo se realiza la vendimia. El
siguiente paso es explicar la transformación de la uva en vino. En este punto
te ofrecen una segunda cata de vino y te dan un cursillo rápido de cómo se debe
probar el vino. Aquellos que hayáis estado en algún curso, ya sabéis que hay
que emplear los cinco sentidos cuando se quiere degustar un vino.
Esta
parte se comunica con unos sótanos que te llevan a la bodega centenaria en el
que podemos ver prensas antiguas y varias salas con grandes tinas de madera
pintadas de rojo, que se utilizan antaño para llevar a cabo la fermentación de
la uva.
Tras
recorrer varias galerías, se llega a una sala, donde se realiza la cata del
último caldo, acompañado de unas galletas saladas y un poco de queso. En este
momento te muestran una lista con los vinos que tienen en la bodega y sus
diferentes precios. Si decides comprar caldos reserva o gran reserva con la
entrada te rebajan tres euros, no obstante, como personalmente me gusta más el
crianza decidí comprar un pack de tres vinos por 17 euros en los que se
incluyen tres marcas de la casa: Ederra, Viña Pomal y Zaco, así como una
botella de cava por seis euros. No obstante, como todavía no las he catado, no
os puedo dar mi opinión, aunque el Viña Pomal reserva que probamos durante la
cata estaba bastante bueno.
En
conclusión, es una bodega que tiene que ofrecer mucho al visitante para los
amantes del vino o aquellos que se quieran adentrar en esta cultura, ya que se
pueden ver los diferentes procesos de cómo la uva se convierte en vino, tanto
ahora como antaño.
Un reportaje muy bueno, y más cuando te dás cuenta que quien lo cuenta lo ha disfrutado mucho... si yo tengo que hacer esa cata... salgo a gatas jajajajaja
ResponderEliminarBesos
Siempre que estoy de viaje intento disfrutar al máximo porque me encanta y no te preocupes que seguro que no saldrías a gatas, ya que no te sirven mucho vino jaja
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