martes, 7 de noviembre de 2017

Menorca, mucho más que sus calas

Asociamos Menorca a sus calas y mucha gente de la que la visita es por ellas, pero también tiene muchas otras riquezas por las que esta pequeña isla se ha convertido en un paraíso tanto para españoles como para extranjeros, sobre todo para las personas que tienen niños pequeños.
Precisamente, al tener una niña pequeña nosotros decidimos acercarnos a esta isla en barco, para poder embarcar el coche y así no tener que estar facturando y poder llevar todas las mercancías que quisiéramos. Lo hicimos en Barcelona, el barco tarda nueve horas en llegar hasta el puerto de Mahón, nosotros escogimos la compañía 100 Transmediterránea, por cuestión de horarios, y tengo que decir que me decepcionó un poco tanto el camarote como sus instalaciones. Tanto a Mallorca como a Ibiza viajamos con Balearia y tengo que confesar que es mucho mejor. Por cierto, si os interesa reservar el ferry con el hotel, porque sale bastante más económico, os recomiendo el mayorista Logitravel, yo siempre lo he hecho con ellos y hasta ahora no he tenido ningún problema.

El primer lugar que visitamos fue Mahón y para mí es una de las ciudades más bonitas de la isla, tanto el puerto como su centro histórico merecen un paseo. Los martes y los sábado por la mañana hay un mercadillo que colocan en el centro de la ciudad, aunque también cabe resaltar el Mercado de El Carmen, que se encuentra justo al lado de la iglesia que lleva su mismo nombre, así como el Mercado de El Pescado.

En el Mercado de El Carmen podéis encontrar diferentes productos de la isla como queso, embutidos o vinos, así que como un par de bares donde tomar alguna tapa o si eres un poco más exquisito existe un establecimiento donde probar productos gourmet. Por su parte, en el Mercado de El Pescado, aparte de encontrar pescaderías también puedes tomar un rico vermú a base de pinchos y raciones, aunque sale un poco caro la verdad es que merece la pena entrar para ver el ambiente, eso sí los domingo está cerrado. No obstante, si os gusta el pescado, también podéis visitar los diferentes establecimientos que se encuentran en el puerto, donde existen propuestas para todos los bolsillos.
En Mahón también podéis visitar varias iglesias, si os gustan los órganos os recomiendo que os acerquéis a la iglesia de Santa María Magdalena, donde podréis apreciar un órgano del siglo XIX con cuatro teclados y más de 3.000 tubos. Además, por 5 euros a las 13:00 horas podréis escuchar el sonido de este singular órgano.

A 2 kilómetros de Mahón podréis disfrutar del poblado prehistórico de Trepuco. En Menorca hay gran cantidad de ruinas prehistóricas, aunque en la mayoría hay que pagar entrada (aunque cuestan muy poco, 2 o 3 euros), este poblado es gratuito y se encuentra en buen estado. En el recinto podréis ver dos talayots, una taula (la pieza más característica), restos de una muralla, así como de algunas viviendas. Cerca de este también se encuentra el poblado de Binissafullet, aunque está mucho peor conservado y no tiene parking para aparcar, por lo que no recomiendo su visita.

Cerca de Mahón encontráis tres pueblos emblemáticos de la isla Sant Lluis, un pueblo francés con su mayoría de casas blancas, donde su edificio más representativo es el Molí de Dalt, por lo que si no tenéis tiempo no os lo recomiendo. Dónde sí os aconsejó que vayáis es a la costa al pueblo de Binibèquer, aquí existen dos zonas Binibèquer Vell y Nou, el pueblo bonito es el primero. Se trata de una pequeña villa de pescadores donde todas sus casas son blancas, lo mejor es perderse entre sus callejones y admirar cada uno de sus recovecos.
También merece una visita Es Castell y su pequeño pero encantador puerto, donde en los meses de verano se llena y por ello hay una gran variedad es establecimientos hosteleros. En verano celebran un mercadillo de 19:00 a 00:00 horas, pero la verdad es que nosotros lo visitamos en octubre y sin mercadillo y sin apenas gente, pero es un lugar muy agradable para dar un bonito paseo. Si sois amantes de las fortalezas, cerca de allí podéis visitar el Castillo de San Felipe, el Fort Malborough y la Torre de Stuart.
Justo al otro lado de la isla se encuentra Ciutadella. Se trata de la segunda ciudad más grande de la isla y cabe destacar su cuidado casco histórico y su catedral. La verdad es que esta última me decepcionó un poco, ya que es demasiado sobria para mi gusto.
Espero que os haya gustado mi vista a la isla de Menorca, dentro de un par de días dedicaré un artículo entero a las calas que visitamos, así como a los mejores lugares para alojarse en esta pequeña isla.

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