viernes, 17 de enero de 2020

De tapas por Logroño III: A la tercera va la vencida

En Navidades he estado otra vez en Logroño, es mi cuarta visita y la verdad es que una ciudad que me encanta por lo accesible que es y por su gastronomía. Además, la iluminación navideña es muy bonita, tienes un curioso belén en la plaza del Ayuntamiento, un mercado en el Paseo del Espolón, aunque un poco caro, un tren de Navidad gratuito que recorre parte de Logroño para enseñarte las luces y una gran bola iluminada de Navidad donde sacar fotos muy chulas.
Si vais con niños hay hasta una pequeña Feria de Navidad con diferentes atracciones detrás de la Oficina de Turismo y si os aceráis en otra época del año siempre tendréis el Carrusel que se encuentra en el parque González Gallarza, a diez minutos del centro andando. Enfrene de este parque está la Cafetería Robi donde cocinan unas tortillas estupendas, unos bocadillos bastante grandes y unas patatas picantes de lujo, además todo a un precio mucho más asequible que en el centro de la ciudad. Además, si vais con el presupuesto ajustado cerca de allí se encuentra los alojamientos Calfred que son muy cómodos a buen precio, si buscáis algo más lujoso podéis escoger el Hotel Murrieta que se encuentra justo al lado de la calle Laurel.
 
Y justo hablando de esta calle os voy a contar los bares que visitamos en esta ocasión, la verdad es que en este caso había poca gente en comparación a mis anteriores visitas por lo que pude disfrutar mucho de esta zona, eso contando que íbamos con una niña pequeña y un bebé, pero la verdad es que tuvimos la suerte de estar cómodos y poder entrar en casi todos los sitios todos los días.
 
Una de mis primeras paradas fue el mítico bar El Perchas, en las anteriores ocasiones no pude entrar y esta vez no me resistí a probar su famosa oreja. Y la verdad tengo que reconocer que después de probarla me di cuenta de por qué tenía esa fama, ya que estaba fabulosa. Tienen dos clases de oreja, rebozada y picante, yo probé la primera y estaba espectacular, blandita, con el rebozado justo y para nada aceitosa ni con sabor a fritanga.
Otro de los bares que pudimos visitar y que también es un mítico de la calle es el bar El Cid y sus famosas setas a la plancha, la verdad es que están muy ricas para ser setas cultivadas y mucho mejor si se comparan con otros bares de la zona como el Tal Cual. Si por el contrario sois amantes de las hamburguesas os recomiendo el bar Bonsai, son caseras y la verdad es que nos encantaron mi pequeña que es muy exquisita para la comida se pidió varias, no hay mejor crítica.
Para los carnívoros os recomiendo el bar A Fuego, se trata de un sitio donde realizan carnes a la brasa, las chuletas de cordero estaban deliciosas y la tapa con dos chuletas cuesta 2,20 euros, pero os recomiendo encarecidamente el lagarto, que no os imaginéis que es carne de este animal, sin o de cerdo, pero está deliciosa. También probamos las sardinas, aunque estas nos decepcionaron un poco.
Hablando de carne una de mis grandes debilidades es el Chuletón, en la Taberna del Tío Blas hacen uno de muerte como casi todos sus pinchos, pero como es un poco caro, esta vez decidimos probarlo también en la Taberna Correos, que cuesta la mitad de precio y la verdad es que estaba bueno, pero no tenía nada que ver la carne ni en textura ni en sabor, encima a nosotros a la mesa nos llegó un poco frío. Las patatas que le acompañan son paja en vez de caseras y los pimientos son rojos en vez de padrón, es decir que por el precio está bien, pero no son buenas las comparaciones. Eso sí en este bar os recomiendo el montado compuesto por anchoa, tomate y guacamole en pan de cristal que estaba de lujo.
Para finalizar os voy a nombrar los dos establecimientos que menos nos gustaron el Entretapas941 en el que probamos su famoso Tigretón salado, la verdad es que la presentación era muy buena, pero el pincho estaba excesivamente aceitoso y el A Méngula, que nos aceramos a probar su famosas Zapatillas de jamón, pero me parecieron muy normales, deberían promocionar otro tipo de tapa como los crepes de espinacas, que son mucho más originales y estaban bastante mejor.
Y aquí termina mi nueva visita en Logroño, lo bueno es que me quede con ganas de probar muchos más bares, que ya os contaré en mi próxima escapa, si queréis leer las anteriores aquí os dejo los enlaces: http://lacucharaenlamaleta.blogspot.com/2018/03/de-tapas-por-logrono-ii.html y http://lacucharaenlamaleta.blogspot.com/2016/12/de-tapas-por-logrono.html.

2 comentarios:

  1. Me encanta ir por la senda de los elefantes......no he logrado hacerla entera.......Maravillosa calle Laurel ¡¡¡
    Muchos besitos ,supongo que habrás disfrutado como una enena.....jajaja

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  2. El bar Soriano es uno de los imprescindibles para tapear por nuestra ciudad

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