La catedral comenzó a construirse a mediados del siglo XIII,
que reemplazó al anterior templo de estilo románico. Lo que más destaca del
edificio, al margen de sus vidrieras, son sus bóvedas y sus arcos, que le dan
gran amplitud al templo.
En cuanto a las vidrieras, destacan sus tres grandes
rosetones, que en los diferentes momentos del día muestran todo su esplendor y
dan luz al templo. También destacan los motivos vegetales, así como las
diferentes escenas de la Virgen, los Apóstoles… No dejéis de admirar su gran
coro, así como su retablo y sus hermosas capillas, gracias al audioguía os
podéis parar en las más interesantes, a mí me llamo mucho la atención una en la
que se encuentra la Virgen embarazada, creo que hasta ahora no había visto una
escultura con semejantes características.
No obstante, si queréis tener una visita de toda la ciudad de
León, lo mejor es que os montéis en el tren turístico. Cuesta cinco euros y te
hacen un recorrido por la ciudad, que te cuenta dónde se encuentra los
diferentes monumentos de la ciudad. Se puede coger justo enfrente de la Casa
Botines, un precioso edificio de Gaudi, digno de admirar.
En esta atracción nos ofrecieron la tarjeta León Pass, que
por diez euros se pueden admirar diferentes edificios emblemáticos de la
ciudad, sin contar la catedral. Tiene una duración de 72 horas y podrás visitar
diferentes museos, como el MUSAC o la Casona de Puerta de Castillo y obtener
descuentos en diferentes comercios colaboradores. Nosotros no la compramos,
porque con la pequeñaja no podemos dedicarnos mucho al mundo cultural.
Otro de los lugares que podéis visitar y además de manera
gratuita se trata del Museo Centro de Interpretación Palacio del Conde Luna. La
verdad es que nos sorprendió mucho, porque es un centro muy interactivo y la
visita se hace mucho más amena. En la primera planta, podéis ver una maqueta de
lo que era la ciudad de León y puedes disfrazarte como una caballero de la Edad
Media. En las siguientes salas explica lo que significó el Reino de León, así
como sus Reyes, pero lo hacen de una manera interactiva, por lo que merece la
pena visitarlo. Además, justo al lado se encuentra un mercado en el que se
pueden comprar diferentes alimentos, al estar en León compramos su rica cecina
y un queso típico de allí, el Quesín, ambas cosas están para chuparse los
dedos.
Finalmente, visitamos la Basílica de San Isidoro y el
Panteón Real, entrar en la basílica es gratuito para el resto hay que pagar. Es
un templo bonito, aunque llama más la atención por fuera que por dentro, pero
merece la pena hacer una visita.
En nuestra estancia en León nos alojamos en el Hostal Alda Casco Antiguo. Os lo
recomiendo 100%, por un módico precio podéis disfrutar de un alojamiento que se
encuentra justo al lado de la catedral, pero en una calle peatonal sin ruidos,
además cerca hay sitios gratuitos para aparcar, por lo que eso tampoco es
ningún inconveniente.
No conozco León. Se ve que es una ciudad preciosa!!
ResponderEliminarBesos