domingo, 10 de febrero de 2013

Luzón, un pueblo por descubrir



Ayer estuvimos disfrutando de uno de los mejores carnavales de la provincia, “Los Diablos” de Luzón. Todo comienza después de comer cuando algunos vecinos de la localidad comienzan su ritual de disfrazarse, se colocan sus ropas negras, se embadurnan la piel con hollín, se colocan sus grandes cuernos y cencerros y se meten en la boca un trozo de patata que les sirve para refrescarse.


Pasadas las cinco de la tarde comienzan a recorrer las calles del municipio asustando a vecinos y visitantes. Acompañándoles se encuentran las mascaritas, que van ataviadas con ropas antiguas, pañuelo en la cabeza y se cubren la cara con telas blancas para no ser tiznadas por Los Diablos.

Los vecinos y visitantes que no quieren ser pintados por estos personajes deben ir disfrazados y cubriéndose la cara con telas o con otro tipo de mascaras. Ayer pudimos ver disfraces tan peculiares como el de Mary Poppins y el desollinador, unos enanitos, todo tipo de animales e incluso algunos burlones que hacían referencia a la situación que está viviendo el país.

Los Diablos estuvieron acompañados por unas dulzainas que amenizaron la tarde hasta pasadas las siete cuando cada uno retornó a su casa para luego juntarse en el centro social y disfrutar de una buena cena.

Aprovechamos la ocasión para visitar el museo que se encuentra en Las Escuelas de la localidad. Se trata de un museo pequeño, pero muy acogedor. En una de sus salas se puede ver una escuela de los años 50 y 60. Lo que más llama la atención es los cuadernos y las enciclopedias que había de esos años. Se les puede echar un vistazo y ver los ejercicios que mandaban a los niños de esas décadas y aquello que estudiaban como por ejemplo un mapa político en el que las Comunidades Autónomas eran diferentes a las de ahora.

En otra sala nos encontramos un homenaje a Los Diablos de Luzón. En ella hay tres maniquíes con los disfraces típicos, además en una vitrina se pueden ver diferentes caretas que representan a las botargas más famosas de la provincia. Sin embargo, lo más llamativo son las fotos en 3D que se encuentran en el centro de la sala y se pueden ver a través de unos visores sorprendiendo por su gran calidad y que reflejan los lugares más característicos del municipio.

Tras esa sala encontramos otra donde se puede ver una exposición con diferentes obras de arte. Finalmente, también podemos descubrir distintos instrumentos que utilizaban antiguamente para las labores cotidianas. En verano suelen realizar conciertos los fines de semana en el patio interior para todos aquellos que quieren disfrutar un poco más de esta localidad. El museo no siempre está abierto al público, pero para visitarlo únicamente hay que llamar a este número de teléfono 699 096 038.

Al lado de las Escuelas se encuentra una hermosa capilla gótica que por desgracia no pudimos ver por dentro, pero así nos obligamos a volver otra vez y seguir descubriendo los secretos que encierra este bonito pueblo de la provincia de Guadalajara. 
 










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