Tras salir de Coimbra nos dirigimos a Aveiro, que por
algunos es conocida como la Venecia de Portugal. Aunque dista bastante de
parecerse a la ciudad italiana, merece la pena visitarla. Sobre todo, hay que
destacar sus calles, sus casas y el río que recorre todo la ciudad. No podéis
perderos montar en una góndola e ir poco a poco disfrutando de Aveiro, tienen
precios muy económicos y un gruía te va explicando cada uno de los recovecos
que tiene la ciudad. Además, cerca de donde se cogen las góndolas hay un
mercado en el que puedes comprar diferentes souvenirs para tener un recuerdo de
vuestro viaje por esta hermosa ciudad.