Jamás olvidaré la primera visión de la ciudad de Venecia. En
ese momento me di cuenta que el viaje que estábamos realizando merecía la pena.
Llegamos a Venecia en autobús, ya que como el viaje lo hicimos en coche,
decidimos coger el alojamiento fuera de la ciudad. Esto tiene sus pros y sus
contras, su ventaja principal el precio, el contra que siempre es bonito estar
en la ciudad elegida y no tener que estar dependiendo del transporte, pero os
aseguro que es barato y funciona muy bien, ya que hay muchas paradas de autobús
y a diferentes horas del día, por lo que puedes quedarte hasta que anochezca
para ver Venecia iluminada.
La plaza es preciosa, no puedes dejar de hacerte la foto con
el puente de los Suspiros de fondo, aunque yo me esperaba algo más; y como no
había casi cola decidimos subir al Campanille de San Marcos para ver la ciudad
desde allí, las vistas son maravillosas y cuesta ocho euros, os recomiendo que
subáis si no tenéis que esperar mucha cola. Nuestra siguiente parada fue la
Basílica de San Marcos, justo la estaban reparando por fuera, por lo que pierde
un poco su esplendor, pero es un templo precioso. Lo de ver por dentro la
Basílica os digo lo mismo que en el caso anterior, es gratis dar una vuelta,
aunque si quieres ver el tesoro son dos euros, si no hay mucha gente entraría,
pero si no merece la pena más por fuera que por dentro, ya que es muy oscura y
como hay tanta gente no se puede apreciar.
La verdad es que Venecia es una ciudad para pasear y no para
encerrarse en grandes edificios, por ellos, nosotros decidimos no perder tiempo
en el Palacio Ducal, si no disfrutar de sus canales, calles y como no darnos
varias vueltas en el vaporetto y eso que el día no acompañaba. Por supuesto,
tenéis que ver las tiendas de máscaras y compraros alguna y si no tenéis el
dinero suficiente para montaros en una góndola u os parece excesivo el precio,
siempre podéis utilizar los traghettos, que son una especie de góndolas que
sirven para cruzar el canal por aquellos lugares por donde no hay puente. El
precio por cruzar es de dos euros, por lo que es muy asequible y así podéis
volver con vuestra foto encima de una góndola. Hay varios de estos servicios
por diferentes calles de Venecia, así que si estáis un poco atentos no tendréis
ningún problema en encontrarlos.
El precio de Venecia es caro, pero si comes en puestos
callejeros una porción de pizza no tiene porque salirte caro comer. Eso sí no
dejéis de probar sus deliciosos cafés y por supuesto si tenéis la posibilidad
quedaros en Venecia hasta que anochezca para poder ver todos los edificios
iluminados y daros una vuelta por el vaporetto.
Qué bonito e interesante post!! yo también quiero ir a Venecia!!! las fotos son preciosas y la máscara veneciana es una pasada!! besotes
ResponderEliminarElena: Unas Gotas de Imaginación
Venecia está en mi lista de pendientes desde hace mucho, ojalá pueda ir algún día y verla con mis propios ojos :)
ResponderEliminarBesos
Venecia es una ciudad que me encanta, es tan romántica que yo que soy muy romántico a me gusta una barbaridad.
ResponderEliminarPor cierto los ñoquis muy ricos.
Besos crisylaura.
Una ciudad preciosa, se podría dedicar todo un blog a ella y mucho más... Besos.
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